Los científicos del Instituto de Investigación Wyss de la Universidad de Harvard están estudiando cómo fabricar plásticos biodegradables en entornos naturales hechos de conchas de camarón para minimizar los desechos plásticos, que son difíciles de descomponer y causan contaminación. medio ambiente en todo el mundo.
- Las piezas de plástico se mueven como gusanos que se arrastran bajo los rayos ultravioleta
- La Tierra tiene más de 8 mil millones de toneladas de plástico, que pesan alrededor de mil millones de elefantes.
- Los siguientes 5 inventos pueden “salvar” la Tierra y la humanidad
Los bioplásticos están hechos de conchas de camarón que son económicos y ecológicos.
Los científicos usaron una sustancia llamada quitosano para hacer que el bioplástico fuera biodegradable. Este quitosano se encuentra en camarones, insectos, células de hongos y alas de mariposa. En particular, las conchas de camarón son residuos disponibles en la industria de procesamiento de productos del mar, por lo que se enfocarán en extraer quitosano de esta fuente de material.
La producción de bioplástico a partir de cáscara de camarón es muy barata, ya que solo utiliza técnicas de producción convencionales. Los científicos combinaron el quitosano de conchas de camarón y proteínas de seda a nanoescala para crear un bioplástico conocido como Shrilk.
Después de terminar, el plástico Shrilk será transparente como una cáscara de camarón natural, muy fuerte y flexible. Las resinas Shrilk se pueden aplicar en muchas áreas, como la producción de teléfonos móviles o incluso piezas de ajedrez.
Después de descargarse en el entorno natural, las resinas Shrilk no solo se pueden descomponer por completo en unas pocas semanas, sino que el quitosano y la proteína contenidos en esta resina orgánica especial, cuando se descomponen en el suelo, crearán un suministro de nutrientes. plantas.
La planta germina en la copa que contiene los restos del material Shrilk.
Cada año, Estados Unidos arroja 34 toneladas de desechos plásticos al medio ambiente, la mayoría de los cuales son difíciles de descomponer, pero solo el 7% se recicla. Entre ellos, una gran parte de los residuos plásticos va al océano, formando islas flotantes en el agua, amenazando el hábitat de las especies marinas. Shrilk es el primer paso positivo para ayudarnos a encontrar un reemplazo para el plástico en el futuro.
Residuos de plástico de protección del medio ambiente de plástico biodegradable
Los científicos del Instituto de Investigación Wyss de la Universidad de Harvard están estudiando cómo fabricar plásticos biodegradables en entornos naturales hechos de conchas de camarón para minimizar los desechos plásticos, que son difíciles de descomponer y causan contaminación. medio ambiente en todo el mundo.
- Las piezas de plástico se mueven como gusanos que se arrastran bajo los rayos ultravioleta
- La Tierra tiene más de 8 mil millones de toneladas de plástico, que pesan alrededor de mil millones de elefantes.
- Los siguientes 5 inventos pueden “salvar” la Tierra y la humanidad
Los bioplásticos están hechos de conchas de camarón que son económicos y ecológicos.
Los científicos usaron una sustancia llamada quitosano para hacer que el bioplástico fuera biodegradable. Este quitosano se encuentra en camarones, insectos, células de hongos y alas de mariposa. En particular, las conchas de camarón son residuos disponibles en la industria de procesamiento de mariscos, por lo que se enfocarán en extraer quitosano de esta fuente de material.
La producción de bioplástico a partir de cáscara de camarón es muy barata, ya que solo utiliza técnicas de producción convencionales. Los científicos combinaron quitosano de conchas de camarón y proteínas de seda a nanoescala para crear un bioplástico conocido como Shrilk.
Después de terminar, el plástico Shrilk será transparente como una cáscara de camarón natural, muy fuerte y flexible. Las resinas Shrilk se pueden aplicar en muchas áreas, como la producción de teléfonos celulares o incluso piezas de ajedrez.
Después de descargarse en el entorno natural, las resinas Shrilk no solo se pueden descomponer por completo en unas pocas semanas, sino que el quitosano y la proteína contenidos en esta resina orgánica especial, cuando se descomponen en el suelo, crearán un suministro de nutrientes. plantas.
La planta germina en la copa que contiene los restos del material Shrilk.
Cada año, Estados Unidos vierte 34 toneladas de desechos plásticos al medio ambiente, la mayoría de los cuales son difíciles de descomponer, pero solo el 7% se recicla. Entre ellos, gran parte de los desechos plásticos van al océano, formando islas que flotan en el agua, amenazando el hábitat de las especies marinas. Shrilk es el primer paso positivo para ayudarnos a encontrar un reemplazo para el plástico en el futuro.